Transición energética “a la colombiana”, la ACP revela detalles de cómo el petróleo no es un obstáculo

La Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) propone una transición energética gradual y ordenada, que fortalezca las economías regionales y atienda las necesidades sociales del país.

Por: Miguel Orlando Alguero – Publicado el 10 de junio de 2024

El III Gran Foro, Hechos de Sostenibilidad, fue la oportunidad para que el sector de hidrocarburos de Colombia se sincerara en la conversación sobre la transición energética, sus implicaciones económicas, sociales y ambientales.

Por eso, Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), organizador del evento, habló de una transición energética “a la colombiana”, es decir, una transición para un país con altos niveles de desigualdad y de pobreza, que debe fortalecer las economías regionales con dicha transición.

Esto significa adoptar gradualmente las tecnologías que lleven a la descarbonización económica utilizando los recursos del sector de regalías e impuestos para invertir”.

Sobre la frase “El problema no es el petróleo, son las emisiones”, que se ha repetido en el sector de los hidrocarburos, Pearl fue claro al insistir en que este sector no es el principal culpable de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso, advirtió que la transición energética “no puede ser un salto al vacío”.

Por ejemplo, mientras que la exploración y producción de petróleo y gas representan menos del 1% de las emisiones totales del país, sectores como la agricultura y la ganadería, la deforestación y el mal uso de la tierra son responsables del 59%.

Asimismo, el impacto económico de los hidrocarburos en Colombia es notable, aportando el 3% del PIB y contribuyendo con miles de millones en impuestos y regalías. Según la ACP, en 2023 la industria de los hidrocarburos generó $42 billones a Colombia, que incluye impuesto de renta, regalías, derechos económicos, dividendos de Ecopetrol y otros impuestos.

Con estos precedentes, EL COLOMBIANO conversó con el dirigente gremial sobre este tema y otros que impactan al sector de hidrocarburos de Colombia.

¿Cómo explicar esa transición a la colombiana?

“Es invertir en las regiones para que esos recursos les lleguen a quienes más importa que son los ciudadanos, para disminuir la equidad y acabar con los niveles de pobreza. Este sector es fundamental en la estabilidad económica, cambiaria y fiscal, este sector puede financiar la adopción de tecnología para la transición energética y puede financiar trabajando de la mano con alcaldías y gobernaciones en esos departamentos que dependan de los hidrocarburos y en un futuro la transición energética no puede ser un salto al vacío, debe estar acompañada desde lo económico y social, debe ser ordenada y gradual, y debe atender los retos y necesidades propias de Colombia”.

En sus intervenciones habló de la importancia de las regalías y de los impuestos. ¿En qué consiste la propuesta de la ACP?

“Desde la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas vamos a implementar un sistema para acompañar a las alcaldías y gobernaciones de la mano del Departamento Nacional de Planeación para que las inversiones provenientes de regalías aterricen en proyectos que mejoren la competitividad regional y diversifiquen la economía de cada uno de los departamentos. Esto tiene un hecho muy importante, en las zonas donde hay producción de hidrocarburos las empresas de petróleo y gas a veces son las únicas organizaciones formales que existen, son el bastión de la legalidad y un ancla que nos permite formalizar la economía de esas regiones”.

¿Cómo será ese seguimiento y qué es lo novedoso?

“El mecanismo tendrá varios componentes, uno de ellos, en el cual ya estamos trabajando, es proveer capacidad técnica para la identificación, formulación y selección de proyectos, y así complementar las capacidades que tienen las alcaldías. El segundo componente es que será un sistema de participación ciudadana donde la ciudadanía y los grupos de interés van a tener acceso a la información sobre las opciones de inversiones y regalías, sobre cómo se ejecutan los proyectos. Y lo tercero, habrá un mecanismo de seguimiento a la ejecución de esos proyectos, todo de la mano de gobernaciones y alcaldías y en coordinación con Planeación Nacional, pero fundamentalmente es una iniciativa desde la ciudadanía, para que los recursos se inviertan apropiadamente”.

El ministro de Hacienda habló de aumentar la producción a millón de barriles, luego el presidente Petro salió a hablar que Colombia debe llegar a cero emisiones, ¿cómo trabaja el sector en medio de estos mensajes contradictorios dentro del mismo gobierno?

“Nosotros creemos que la producción de petróleo debe crecer más allá del millón de barriles, pero lo que sucedería es que, si no tenemos nuevos contratos de exploración, estaríamos consumiendo nuestra reserva de 7,1 años más rápidamente, entonces hay que revisar qué se puede hacer dentro de los contratos de exploración existentes y con eventuales nuevos contratos de exploración”.

En el foro se habló de que el Caribe de Colombia sea el territorio piloto de la transición energética en el país, ¿lo ve viable y oportuno?

El Caribe es una región que por sus condiciones está destinada a ser un pilar en la transición energética, aquí hay un potencial enorme en renovables, también en gas, tenemos que empezar por eso, porque el gas es el combustible de la transición”.

¿Cómo se adapta esta industria en medio de la no aprobación de más contratos de exploración?

“Estamos trabajando dentro de los contratos existentes con tecnología e innovación, hay proyectos rentables de millones de dólares de soluciones basadas en la naturaleza. Lo que nosotros vemos es una industria que va adoptando a las mejores tecnologías de descarbonización, enmarcado en el Acuerdo de París. Hay proyectos de millones de dólares para protección de ecosistemas y preservación de corredores que conectan el Amazonas con la Cordillera de los Andes”.

La ANH presentó su informe de reservas, con datos preocupantes sobre el descenso tanto en gas como en petróleo en años y producción, ¿desde el sector qué alternativas explorarán para hacerle frente a la escasez energética?

“Hay varias acciones que se pueden tomar a corto y largo plazo para resolver el asunto de las reservas de gas que están en 6,1 años. Lo primero es, inmediatamente, facilitar la entrada en operación de 18 proyectos en el próximo año y medio o dos años. Estos pueden generar 200 millones de pies cúbicos, aumentando así la oferta significativamente. Y una solución más estructural tiene que ver con facilitar la ejecución de los proyectos costa afuera que están en curso en sus procesos de licenciamiento. Eso haría que Colombia tenga acceso a reservas de gas que le darían autosuficiencia y además le permitirían exportar”.

¿Esto es suficiente?

“Eso no sería suficiente. En el mercado de gas hay que revisar el esquema tarifario para que haya una remuneración adecuada con las inversiones en los activos porque hay que conectar el sistema con los mercados, es decir, la oferta con la demanda y el norte del país con el sur. Si se hace todo lo anterior, podemos tener autosuficiencia en gas y exportarlo, porque el gas nacional es de más alta calidad, tenemos garantías de suministro, no está sujeto a las limitaciones de precios internacionales, eso es importante porque las proyecciones de precios del mercado internacional de gas muestran un energético que puede ser hasta tres veces más costoso que el colombiano”.

Habla de inversiones en activos, pero recientemente el Banco de la República reveló una caída en la inversión extranjera del minero energético. ¿qué lectura tiene de esa contracción? ¿Por qué la caída en los hidrocarburos?

“Esto tiene que ver con las condiciones de inseguridad en las regiones. El año pasado tuvimos cerca de tres bloqueos diarios. Eso dificulta las operaciones y hay unas empresas que han decidido parar operaciones y retirar taladros. Hay otras que se han ido a otros mercados. También se relaciona con que no hay nuevos contratos de exploración. Entonces, la inversión que vamos a tener este año, con un nivel parecido al del año pasado, tiene que ver sobre todo con las inversiones en capital requeridas para mantener los proyectos en curso”.

¿Usted espera que con esta propuesta del millón de barriles esa inversión regrese para el 2025?

“Puede haber unas inversiones marginales en tecnologías de pozos someros o de recobro mejorado que aumenten marginalmente la producción. Pero solamente decir que se aumentará la producción no es suficiente. Por eso, nosotros proponemos que repensemos el tema de los nuevos contratos de exploración”.

¿Eso qué significa?

“A mediano plazo hay que revisar la posibilidad de tener nuevos contratos de exploración”.

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