Suramérica avanza hacia el sueño de consolidar un mercado eléctrico integrado

Economía

Colombia, Ecuador y Perú, sentaron las bases para desarrollar un mercado eléctrico regional que entrará en operación en 2 años, y entre cuyos beneficios está mejorar la eficiencia productiva, la oportunidad de aumentar las exportaciones con la venta de electricidad, y además, la posibilidad de tener infraestructuras más robustas, que dan mayor confiabilidad al servicio en cada país. El objetivo principal es aprovechar los excedentes de energía de cada país, lo que generará beneficios para todos los usuarios.

Por: Germán Corredor Avella

Desde el 10 de julio de 1964, cuando se creó la Comisión de Integración Eléctrica Regional (CIER) por iniciativa de Uruguay, donde se ubica su sede, el sueño de los sistemas eléctricos de Suramérica ha sido lograr la interconexión que permita un intercambio de energía entre países para beneficio de todos ellos.

Después de 60 años este sueño se va cumpliendo de manera parcial. En la actualidad las principales interconexiones internacionales están entre los países del Cono Sur: Uruguay, Brasil, Paraguay y Argentina. También hay líneas eléctricas de interconexión entre Brasil y Venezuela; Venezuela y Colombia; Colombia y Ecuador; y Ecuador y Perú.

A partir de 1990, cuando los modelos neoliberales se impusieron en los países de la región, se produjeron reformas en los sectores eléctricos orientados a la participación privada y al funcionamiento de mercados libres a nivel mayorista.

Esta nueva situación planteó un nuevo desafío en la región: se trataba no solo de interconectar físicamente los sistemas a través de redes eléctricas, sino que además se deberían crear mercados regionales aprovechando los mercados locales existentes.

Europa, por otra parte, ya había avanzado en la creación de mercados integrados que hoy funcionan con una regulación macro, definida a través de organismos de la Unión Europea. Esta integración ha traído un desarrollo muy importante del sector en algunos países, pero también ha tenido dificultades como los incrementos de precios en toda la región, ocasionados por el conflicto Ucrania-Rusia. Actualmente se revisan algunos de los mecanismos desarrollados para proteger tanto a los usuarios –de tener que pagar altos precios– como a las empresas de tener períodos de muy bajos precios, lo cual también ha ocurrido en el pasado.

En la región, Centroamérica creó un mercado regional que funciona para intercambio de energía entre los países miembros desde Panamá hasta Guatemala. Hace 29 años se firmó el Tratado Marco del Mercado Eléctrico Regional entre los 6 países de América Central, el cual fundamenta el desarrollo del Mercado Eléctrico Regional (MER) y la construcción de la infraestructura del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (Siepac), lo cual ya hoy es una realidad.

En nuestro caso, hoy opera un mercado con algún grado de integración para exportación de excedentes entre Ecuador y Colombia, mientras que con Venezuela, debido a las dificultades políticas entre los dos países, hoy no se dan intercambios de electricidad de manera recurrente.

Europa cuenta con mercados integrados que hoy funcionan con una regulación macro, definida a través de organismos de la Unión Europea. Esta integración ha traído un desarrollo muy importante del sector en algunos países, pero también ha tenido dificultades como los incrementos de precios en toda la región ocasionados por el conflicto Ucrania-Rusia.

Aprovechando la existencia de enlaces físicos entre Colombia y Ecuador, y entre Ecuador y Perú, desde hace algunos años los 3 países vienen trabajando en el desarrollo de un mercado de intercambios de electricidad entre ellos.

La Decisión 816 de la Comunidad Andina de Naciones expresa claramente la constitución del Mercado Andino Eléctrico Regional de Corto Plazo (MAERCP) como un mercado secundario de excedentes, sujeto a los procedimientos internos de cada nación para suplir sus demandas internas.

Los reglamentos, que se estima entrarán en vigencia a partir del 1 de julio de 2026, sientan las bases para fortalecer el intercambio de energía entre los países miembros. Durante un periodo de 2 años, los países participantes en el mercado trabajarán en la adaptación de sus regulaciones locales.

El objetivo principal es aprovechar los excedentes de energía de cada país, lo que generará beneficios para todos los usuarios. Asimismo se establece la figura del “coordinador regional”, cuyo papel será clave para garantizar la eficiencia en las transacciones.

A partir de este mandato se ha venido trabajando en los aspectos regulatorios y en el modelo de despacho y de precios que haga viable su funcionamiento. A la fecha los avances en este proceso son notables y han permitido que los 3 Gobiernos definan el inicio de operaciones de este mercado.

Por otra parte, el pasado 11 de mayo se firmó en la reunión de Viceministros de Energía del Consenso de Brasilia una declaración sobre Integración Eléctrica en América del Sur, en la cual los miembros expresaron su compromiso de promover la armonización normativa y regulatoria en la interconexión eléctrica entre los países de la región. El objetivo es facilitar las inversiones transfronterizas, fomentar la competencia en el sector eléctrico y establecer un marco regulatorio que brinde previsibilidad a los actores del mercado.

Colombia ha venido liderando el impulso de la descarbonización de la matriz energética y ha enfatizado en la integración a partir de fuentes renovables de energía en la región, como una oportunidad de mejorar las condiciones climáticas y económicas de nuestros países.

La interconexión con Panamá que le permitiría a Colombia intercambiar energía con Centroamérica se viene discutiendo desde hace varios años sin que se haya podido concretar la construcción de la línea eléctrica que, por atravesar el tapón del Darién, tiene retos ambientales y constructivos muy altos.

Varios beneficios

Es importante señalar algunos de los beneficios que puede traer la integración de los sistemas eléctricos de la región. En primer lugar, a partir del intercambio de excedentes de cada país se pueden obtener mejoras en la eficiencia productiva, y por lo tanto para cada país la posibilidad de reemplazar recursos costosos por recursos más baratos.

Igualmente, los países con excedentes tienen la oportunidad de aumentar sus exportaciones con la venta de electricidad a otros países. Así mismo, la interconexión permite tener infraestructuras más robustas que le dan mayor confiabilidad al servicio en cada país.

En condiciones climáticas extremas la integración permite mitigar las posibilidades de racionamiento de energía, como ha ocurrido en fechas recientes con Ecuador. Además estos procesos incentivan nuevas inversiones que generan empleo e ingresos en los diferentes países.

Por lo tanto, este avance constituye una buena noticia para el país, y ojalá se aceleren las definiciones políticas para cumplir el sueño de la integración en el menor tiempo posible.

Portada tomada de: Archivo Unimedios.

Publicado por Periódico Unal el 12 de junio de 2024.

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