Se los dije

En varias columnas publicadas en este medio anticipé el efecto recesivo de la tributaria de Ocampo y en uno de ellos, titulado “Ocampo y la curva de Laffer”, indiqué que, llevaría a una caída del recaudo.

Por Luis Guillermo Vélez Álvarez – opinion@elcolombiano.com.co

En su “Discurso sobre la primera década de Tito Livio”, dice Maquiavelo que no hay disfrute alguno en haber anticipado una desgracia que cae sobre tu país, pero recordar que lo advertiste es algo que no debe descartarse.

En varias columnas publicadas en este medio anticipé el efecto recesivo de la tributaria de Ocampo y en uno de ellos, titulado “Ocampo y la curva de Laffer”, indiqué que, llevaría a una caída del recaudo. Pero debo decir que, ni en mis peores pesadillas macroeconómicas, imaginé que una reforma que esperaba recaudar 25 billones tumbara el recaudo en 62. ¡Te sobraste, José Antonio! En ese entonces escribí:

“…cuando aumenta la tarifa, también aumenta el recaudo, aunque en menor proporción, hasta alcanzar un valor máximo, a partir del cual la mayor tarifa arroja un recaudo cada vez menor que llega a cero con una tarifa de 100%. (…) La idea de que un aumento de tarifa puede reducir el recaudo o una reducción aumentarlo es vieja como la economía y refleja el hecho elemental de que la gente responde a incentivos (…) Las estimaciones de la curva de Laffer para la economía colombiana arrojan resultados diversos en cuanto a la proximidad de las tarifas efectivas del nivel de recaudo máximo. (…) Según un estudio, la tasa impositiva que maximiza el recaudo estaría alrededor de 37%. (…) para otro, ya pasamos el punto de máximo y estamos en el tramo descendente de la curva de Laffer”.

Añadí: “Al efecto que puede tener la reforma tributaria sobre el trabajo, la inversión, la evasión, la fuga de capitales y demás los factores que determinan la variación de la base gravable, hay que añadir el impacto, también negativo, de la reforma laboral, la política confiscatoria de tierras y las restricciones reglamentarias a las actividades minero-energéticas, entre otros desastres económicos anunciados”.

Causa hilaridad leer al director ejecutivo de Fedesarrollo – quien aplaudió a rabiar la tributaria de Ocampo – pidiendo ajustar el marco fiscal, reduciendo el recaudo y recortando el gasto. Je, je.

NB1. Dice el ministro Bonilla que, si no se amplía el cupo de endeudamiento, el déficit fiscal llegaría a 1.366 millones de dólares. El déficit fiscal no tiene nada que ver con el cupo de endeudamiento. Si existiera relación alguna sería la contraria pues mayor capacidad de endeudamiento permitiría mayor déficit fiscal.

NB 2. Tampoco está en lo cierto el exministro Carrasquilla cuando afirma que “esos cupos (…) son lógicos (…) en un contexto estructuralmente deficitario hay que ampliar el cupo…”. Son “lógicos” en Colombia donde ni Carrasquilla ni ningún otro ministro ha ensayado reducir el gasto público y el tamaño del gobierno.

NB3. En el debate del Plan de Desarrollo advertí sobre las dificultades de financiación que se tendrían por la debilidad de la economía y, por tanto, de su capacidad de tributar. La caída de recaudo nacional es un llamado de alerta al Distrito. Las dificultades de la Nación pueden afectar, sino el monto, la oportunidad de las transferencias del SGP. Austeridad es la palabra.

Publicado el 3 de junio de 2024 en El Colombiano

Los artículos de opinión reflejan solo las ideas del autor y no necesariamente las de Ademinas. Este espacio busca fomentar el debate y la diversidad de ideas en nuestra comunidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio