¡Se fue el agua!

Editorial

Por: Marisol Cárdenas Villegas

Esta semana se hizo mantenimiento a los tanques de EPM y nos quitaron el agua. Eso sucede muy pocas veces, ya sea por daños, mantenimiento o alguna situación puntual. Quienes vivimos en Medellín o el Área Metropolitana, a quienes nos surte EPM, no somos conscientes de la necesidad del agua potable porque siempre la tenemos disponible. Solo reconocemos su importancia cuando nos empiezan a decir: los embalses están bajitos… vamos a tener que racionar… se va a hacer racionamiento de energía… ha llovido poco… ha llovido mucho… hay inundaciones por todo el país… el fenómeno del niño… el fenómeno de la niña…, y obvio la que nos pone a sentir el verdadero terror: ¡se fue el agua!.  Ahí sí decimos: “Dios mío, el agua”. 

Nuestra vida gira en torno a ella. Tenemos frases muy nuestras relacionadas a tan importante elemento: “agua que no has de beber, déjala correr” o ”usted se ahoga en un vaso de agua”. Otras más modernas son: “vea al vaso medio lleno”, “fluya como el agua”; y algunas que han evolucionado como: “cuando el río suena, piedras lleva”, que pasó a ser: “cuando el río suena, es que se ahogó una orquesta”.  

Hablar del agua es, para mí, hablar de un tema que me gusta e interesa, por eso aprovecho para traerlo a este espacio.Sin embargo, para tratar un tema primero debemos entenderlo. Si hablamos específicamente del agua que es potable, debemos darle una definición y recurrir a diversos autores. 

De acuerdo con la página de Alcora Salud Ambiental, “el agua es considerada potable cuando es apta para el consumo, beber, cocinar alimentos, higiene personal o tareas domésticas. Para no suponer ningún riesgo para la salud de las personas, tiene que estar libre de microorganismos y sustancias tóxicas”.

Por su parte, para el Ministerio de Salud colombiano, este elemento es definido como “el que cumple con las características físicas, químicas y microbiológicas, de tal manera que no genera un riesgo para la salud. El agua para consumo humano debe ser transparente, sin color ni sabor, y no debe tener sólidos suspendidos”.  

La semana pasada encontré un artículo de El Espectador que hablaba justo de cómo este compuesto vital está escaseando a nivel mundial. Como les mencionaba al principio, quienes acostumbramos a consumir agua no somos conscientes de su importancia, no obstante, la realidad es que el mundo está sediento, y está sediento de agua potable.

Citando el artículo al que hago referencia, “para 2100, el 66 % de la población podría tener problemas de acceso a agua potable. Los investigadores que adelantaron el estudio, señalan que la crisis por la escasez de agua será más evidente en los países del Sur Global”. Lo anterior me hace cuestionar qué clase de mundo estoy dejando para el resto de mi familia y sus descendientes. 

Si observamos un globo terráqueo, vemos que la tierra está casi que llena de agua. Sin embargo, hay que entender que mucha de esa agua es salada y tan solo un pequeño porcentaje es agua dulce, pero el hecho de que sea dulce no quiere decir que sea necesariamente potable. Según datos de Alcora Salud Ambiental, “más del 70% de la superficie terrestre está cubierta por agua, de la que el 97,5% es salada y solo el 2,5% dulce”.   

Por otra parte, de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), casi todos tienen que ver con el agua de manera indirecta, siete pueden tener que ver directamente, pero hay uno solito para el agua potable, específicamente hablando el sexto: “Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”.

La ONU, en el informe de los ODS 2023, nos dice que: 

  • “Solo el 0,5 % del agua de la Tierra es agua dulce aprovechable y accesible – Despertar ante la inminente crisis del agua, advierte un informe | Organización Meteorológica Mundial.
  • La mitad de la población mundial actualmente sufre una escasez de agua grave durante al menos un mes al año.
  • A pesar de los avances, en 2022, 2200 millones de personas todavía carecían de servicios de agua potable gestionados de forma segura, 3500 millones carecían de servicios de saneamiento gestionados de forma segura y 2000 millones carecían de servicios de higiene básicos”. 

Pero no todo es malo, pues también hay algunas buenas noticias, de acuerdo con el informe de los ODS 2023, “entre los años 2015 y 2022, la proporción de la población mundial con acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura aumentó del 69 % al 73 %”. 

A continuación les comparto una imagen tomada de la Fundación Aqua, que nos muestra de qué forma el agua dulce a niveles de producción. 

Y es que este tema es muy amplio y acá me gustaría tocar otra de sus aristas. Si nunca han hecho un test para conocer su huella hídrica, les recomiendo hacerlo. A veces creemos que somos unos santos, los más ecológicos, los más juiciosos, y va uno a ver y no. Con el agua sí que podemos llevarnos sorpresas: que si comes mucha carne… que si viajas mucho… que si compras mucha ropa… que si no reciclas.., pero hay otras un poco más directas, sin ir muy lejos, como las tareas del hogar: que si lavas la ropa sin la carga completa de la lavadora… que si no cierras la llave al cepillarte los dientes o al bañarte… que si no rehúsas el agua de la lavadora… que si no recoges el agua de la ducha que se pierde mientras esperas que salga caliente…

Ahh, tantas cosas que hacemos por costumbre, pero sin consciencia… que si lavas el carro con manguera… ¡por favor compra una hidrolavadora!

Tantos detallitos que podrían mejorar nuestro consumo de agua e incluso favorecer nuestra cuenta de servicios, pero aún no hemos sido conscientes de eso. Acá les dejo un test muy bueno. No te hagas trampa vos mismo, nadie te va a ver. Si no conoces el dato haz un cálculo sencillo a “ojo de buen cubero”, y continúa. Lo más importante es ser consciente de los hábitos que afectan tu huella hídrica: https://www.fundacionaquae.org/calculadora-hidrica/

También los invito al museo del agua de EPM, en Medellín. Allá también pueden hacer su test de huella hídrica: https://www.grupo-epm.com/site/museodelagua/ 

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de las compañías con el medio ambiente incluye liberar los residuos de manera segura y limpia, entregar el agua tratada; y para ello se crean normas, controles, mediciones y alertas. Si el río Medellín empieza a salir verde o rojo, con espuma o algo raro es noticia en los medios de comunicación y escándalo en las redes sociales. Se busca el culpable, se le cae con todas las de la ley y se aplica toda la sanción social, pero ¿y nosotros?, ¿qué estamos haciendo nosotros?

Queremos encontrar un planeta que sea el plan B, porque estamos acabando con este punto azul en el espacio, y esa búsqueda no parece ser la más exitosa. Tenemos que tener consciencia de lo que hacemos día a día para así, conservar las cosas buenas, identificar los malos hábitos -esos que uno ve y dice “eso no tiene perdón de Dios”-, y a partir de allí tomar acciones para poner nuestro granito de arena. 

Y vos, ¿fluís como el agua?, ¿la dejas fluir limpia?, ¿ya conoces tus “pecados mortales” contra ella?, ¿qué tanto estás cuidando el agua que tenés disponible? 

Medellín, junio 7 de 2024.

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