La Madre de Todas las Corrupciones: La Corrupción Política

Editorial

Por: Rodrigo López Ríos, presidente de Ademinas

Nota: Es este el mismo nombre del editorial de una pasada edición del Boletín. 

Dado que estamos ad portas de una campaña electoral que renovará las autoridades territoriales vale la pena insistir en que la corrupción política es sin duda la madre de todas las corrupciones.

La dirigencia política debiera, de manera permanente, como su deber ser, propiciar un proceso de capacitación, de sensibilización de los ciudadanos sobre la importancia de la participación consciente e informada y en libertad.

Pareciera, sin embargo, que prefieren el oscurantismo, que la gente intervenga más con el sentimiento que con la razón. Se da un marcado desinterés por que se conozcan las reales motivaciones del ejercicio político.

Esto suena demasiado romántico frente a lo práctico, que es conseguir los votos para construir un poder a costa de sacrificar los principios y los valores. Ríos de dinero en bolsas inundan las campañas y los electores sucumben y caen en la tentación de votar por quién compra su voto con dádivas.

Se establece así una relación de complicidad que desvirtúa la participación, que crea un sentimiento de culpa entre los actores que conduce a un deterioro de la cultura política.

Como así, por ejemplo, que se tolere por los órganos de control, y por la sociedad en general, que un alcalde en funciones pueda tener partido político y haga política, desvirtuando sus funciones y aplicando los recursos públicos de la ciudad con sesgo y cálculo político.

Como decía en el editorial comentado, las elecciones debieran ser una fiesta democrática, una oportunidad de emulación civilizada entre diferentes opciones y propuestas de gobierno, y no como sucede, una competencia manipulada por el dinero, la coerción, las amenazas y la violencia.

Los partidos políticos han perdido el norte para orientar ideológicamente a los ciudadanos. La organización electoral está totalmente desvirtuada cuando de la noche a la mañana se otorga personería jurídica a nuevos movimientos. Realmente no es serio que existan hoy más de 35 partidos, los primeros 35, porque pueden aumentar de la noche a la mañana.

Si la motivación de la participación en la política no es el bien común, como lamentablemente sucede hoy desde la cabeza del alto gobierno, carece de la base ética fundamental para ser ejercida.

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